La música como aliada de la concentración en niños de 3 a 6 años
- Clases de musica
- 18 abr
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 2 días
Por Miss Mariana

Soy mamá de dos niñas maravillosas, de 7 y 4 años, y además de ser cantante, saxofonista y promotora de danzas andinas tradicionales, me dedico con mucha pasión a la enseñanza musical con un enfoque Montessori en nuestro hogar. También acompaño a muchas familias y niños a través de mis clases virtuales y hoy quisiera compartir contigo una experiencia muy personal y profundamente transformadora: cómo la música ha sido mi mejor aliada para fomentar la concentración en la infancia. Durante estos años de maternidad y enseñanza, he comprobado que la música no es solo un arte o una herramienta didáctica más: es una vibración que acompaña, regula, guía y sostiene la atención de los niños en momentos clave de su desarrollo. Y no hace falta ser músico profesional para usarla con intención. Basta con observar, confiar y dejar que los sonidos construyan puentes con la mente y el corazón de los más pequeños.

¿Por qué es tan difícil concentrarse a los 3, 4 o 5 años?
Cuando hablamos de concentración infantil, es importante tener presente que no estamos pidiendo lo mismo que a un adulto. La atención de un niño pequeño es naturalmente breve y está muy conectada a lo que le emociona, le motiva o le llama la atención en ese momento. Su entorno, su estado emocional, su nivel de descanso o incluso el ruido ambiental pueden influir profundamente en su capacidad de enfocarse. En casa, por ejemplo, si mi hija menor ha dormido poco o está sobreestimulada, se distrae fácilmente y le cuesta terminar incluso una actividad que normalmente le encanta. Pero cuando el ambiente está en calma y hay música suave de fondo, todo cambia: su mirada se serena, sus movimientos se ralentizan y se queda mucho más tiempo inmersa en lo que está haciendo.

La música como canal de enfoque
A través de mi experiencia tanto en el hogar como en mis clases virtuales y presenciales, he identificado algunos beneficios clave del uso de la música en niños pequeños:
*Crea estructura emocional y cognitiva: el ritmo ayuda a organizar el pensamiento y las acciones.
*Activa la atención multisensorial: cantar, moverse y escuchar involucran diferentes áreas del cerebro.
*Ayuda a regular las emociones: una melodía suave puede calmar la ansiedad o facilitar una transición.
*Despierta la motivación natural: los niños se sienten más atraídos por actividades que incorporan música.
Este enfoque cobra aún más sentido cuando lo integro con la pedagogía Montessori. María Montessori hablaba mucho del "ambiente preparado", y en mi caso, la música es una parte fundamental de ese ambiente.
Actividades que usamos en casa y en clases para fomentar la concentración
Aquí te comparto algunas de nuestras actividades favoritas, tanto en familia como en los espacios educativos que guío:
1. Rincón de escucha consciente
En casa tenemos un pequeño espacio con una bocina Bluetooth y una selección de música suave: piezas de Debussy, Erik Satie, o música andina instrumental en flauta de pan o charango. Mis hijas pueden elegir una melodía y sentarse a escucharla en silencio por unos minutos. A veces dibujan lo que sienten, otras simplemente cierran los ojos. Este ejercicio fortalece la capacidad de atención plena. Es como un pequeño "entrenamiento" de la mente para sostener el foco sin distracciones.
2. "Sigue el ritmo con mamá"
Tomo mi saxofón o unas maracas, y propongo un ritmo corto que ellas deben imitar con las palmas o sus propios instrumentos. Luego cambiamos roles y ellas crean un patrón que yo debo seguir. Este juego es simple, pero muy potente para desarrollar la memoria auditiva, el control de impulsos y la concentración activa. Además, ¡nos reímos mucho!
3. Música durante actividades Montessori
En nuestros momentos de trabajo individual en casa —como verter agua, clasificar semillas o trazar letras en bandejas de arena— suelo colocar música instrumental suave, como sonidos de la naturaleza combinados con instrumentos nativos. Este tipo de acompañamiento sonoro no interrumpe, sino que armoniza la experiencia y alarga significativamente el tiempo de concentración.
4. Rutinas musicales para transiciones
Las transiciones pueden ser momentos difíciles para los niños: pasar de jugar a recoger, de comer a dormir, etc. Para ayudar en esos momentos, tenemos pequeñas canciones compuestas por mí (muchas con toques andinos o de jazz suave), que anuncian lo que viene. Por ejemplo, antes de dormir cantamos juntas una melodía que ya conocen y que las invita a relajarse. El solo hecho de escucharla ya cambia el tono emocional de la casa.
5. "El tren musical" en clases grupales
Cuando trabajo con niños de 3 a 6 años en sesiones presenciales, propongo juegos como El tren musical. Caminamos por la sala siguiendo una melodía. Cuando la música se detiene, todos deben "estacionarse" y hacer silencio. A la tercera vuelta, la mayoría ya está atenta, conectada y lista para actividades más estructuradas. Este tipo de dinámica transforma la energía dispersa en energía enfocada.

La voz como instrumento de conexión
Como cantante, valoro profundamente el poder de la voz. Los niños pequeños conectan rápidamente con las melodías cantadas por una persona cercana. En casa, uso mucho mi voz para dar indicaciones suaves, para anticipar lo que vamos a hacer o incluso para guiar una actividad motriz. Algo tan simple como cambiar el tono, el ritmo o la entonación puede hacer que un niño pase de estar disperso a enfocarse completamente. En las clases también aplico esta técnica, a veces bastan unas notas cantadas en un tono cálido para que los niños (incluso desde la pantalla) conecten de nuevo con la actividad.
Recordemos también que en la metodología Montessori, el tono de la voz del educador/a es crucial para crear un ambiente de aprendizaje tranquilo, seguro y respetuoso. Es recomendable hablar en voz baja, calmada y con respeto, transmitiendo una actitud acogedora y de aceptación. Este tono de voz ayuda a los niños a concentrarse, a desarrollar habilidades de escucha activa y a fomentar un ambiente de confianza.
¿Y si no soy músico?
Muchos padres y docentes me dicen: “Miss, pero yo no sé tocar instrumentos, ni cantar bonito”. Mi respuesta siempre es: no importa. Lo importante no es ser músico profesional, sino usar la música con conciencia y amor. Puedes empezar con una lista de reproducción bien elegida, con tu voz natural cantando canciones que te gustaban de niña, o incluso inventando una melodía para acompañar la hora de recoger juguetes. Lo esencial es la intención: usar la música como una aliada para armonizar el entorno, guiar emociones y sostener la atención.
Consejos prácticos
Aquí te dejo algunos consejos que aplico diariamente y una playlist que nos encanta:
*Elige música instrumental para momentos de concentración: evita letras o melodías muy rápidas.
*Repite canciones y rutinas sonoras: los niños se sienten seguros cuando reconocen lo que escuchan.
*Observa la reacción de cada niño: lo que funciona con uno puede no funcionar con otro.
*Incluye silencios: la música es poderosa, pero el silencio también es parte del ritmo.
*Integra la música a tus valores: en casa cantamos tunantadas, hablamos de nuestras montañas y usamos sonidos que nos conectan con el entorno andino.
Conclusión
La música no solo es arte ni entretenimiento. En la infancia, es una herramienta preciosa para cultivar la atención, la calma y el gozo del aprendizaje. Como mamá, como docente y como artista, la he visto transformar mañanas caóticas en momentos de conexión, o clases agitadas en experiencias de profunda concentración. Invito a todas las familias y educadores a redescubrir el poder de la música, no desde la perfección, sino desde la presencia. Si resuena contigo, prueba integrar una canción, un ritmo o un silencio sonoro en tu día a día. Quizás descubras —como yo— que detrás de cada nota hay una oportunidad para sembrar enfoque, alegría y memoria.
Gracias por acompañarme en este viaje musical.
Con cariño,
Miss Mariana
Cantante, saxofonista, mamá y educadora Montessori
Fuentes consultadas
Hallam, S. (2010). The power of music: Its impact on the intellectual, social and personal development of children and young people. International Journal of Music Education.
Montessori, M. (1967). The Absorbent Mind.
Campbell, D. (2001). El efecto Mozart para niños. Editorial Urano.
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